Estepa (Sevilla), 1984
Aunque pareciera distraído, desde muy pequeño fui muy observador. Me crié en una casa de autogestión andaluza cerca de la naturaleza, lo que me daba opción a infinidad de aventuras. Creo que desde esa infancia y sin saber qué era una cámara, ni la fotografía, ya tenía una forma de mirar singular y propia.
Me llamo Rafael Borrego, nací en un pueblo de la sierra sur de Sevilla en el año 84. La fotografía me apasiona y a veces, realizo trabajos profesionales de fotografía, además de realizar otra profesión.
Mi padre, emigrante andaluz que viajó hasta Alemania en los años 70, trajo una cámara automática de película, de la que aún hoy desconozco el modelo y que ya estaba rota cuando yo nací. Así que no tengo casi fotografías de mi infancia.
Según me contaron, no funcionaba la palanca de arrastre y la tapa de atrás no cerraba bien, pero con esta cámara jugué horas y horas mirando a través de su visor. Me gustaba descubrir cómo, lo que aparentemente no me llamaba la atención, a través del visor cobraba una nueva forma y realidad.
Me quedé sin recuerdos de mi niñez, pero conseguí el mejor de los juguetes.