Badajoz, 1971.
Transgresor, dimensional y elegante, toda una miscelánea intercultural que define las líneas maestras del autor extremeño. Sin ambages, la mirada pura, amamantada desde sus inicios en las artes escénicas, trazan la trayectoria vital de este fotógrafo, con una finalidad honesta y profesional: contar historias, narrar vidas y plasmar con sus imágenes todo aquello que ocurre dentro y fuera del plano retratado.
Su bagaje profesional; teatro, danza, publicidad, cine y periodismo, avalan el proceso creativo. La fase de investigación se convierte en una obligación en cada proyecto, las relaciones que establece con las otras artes, con la información destilada previamente y con la amplitud social y humana del autor componen los ingredientes esenciales de su trabajo. Detrás de cada instantánea se esconden capas de estudio e investigación, una foto fija superpuesta a la realidad.
En blanco y negro, en color, en medios de comunicación culturales, en exposiciones, en documentales, en publicidad, teatros, cines, en imagen viva, en escenas de recuerdos, en sueños literarios y en cuentos alejados de la ficción. Una trayectoria internacional reconocida con premios y, sobre todo y respaldo del público. Un legado actual recogido en un archivo fotográfico de primer orden.
Una cámara y un trabajo definido por sus líneas reconocibles a un golpe de vista, un trabajo de encuadres únicos, de momentos y matices que hacen de Félix Méndez un autor de sello genuino, en lo humano y en lo profesional. Sin ambas caras, el negativo de su fotografía nunca llegaría a ser positivo.