PERFIL COVARSÍ

ANTONIO COVARSÍ

Badajoz, 1951-2006.

Desarrolla su obra entre los años 1975 y 2006. En el inicio, se acerca a la fotografía desde el amateurismo, practicándola como pasatiempo, pero poco a poco se convierte en algo más, en una pasión fundamental en su vida, junto con la música y la literatura. Su obra fotográfica bebe continuamente de estas otras dos disciplinas.

Como muchos otros fotógrafos en la época, aprende a fotografiar a través del estudio de las publicaciones de la época y al intercambio con amigos como Santiago Brun, José María Valero, Vicente Novillo o José A. Montoya, con quienes también coincide en la Agrupación Fotográfica de Extremadura durante algún tiempo.

En los años ochenta construye su discurso sobre la plasticidad en la fotografía a través del uso de tramas y espejos que modifican la imagen de lo real. Desarrolla su obra en torno a series en las que hay diferentes temas o protagonistas, insistiendo sobre la representación de objetos concretos (vidrios, flores,…) o ideas más amplias como el desnudo, la música, la danza, etc.

Al final de su vida realiza varios trabajos más cercanos al documentalismo. Fotografía la ciudad de Lisboa en “Una luz incierta” (2004), aún bajo una estética onírica y tiende hacia una fotografía más descriptiva en los trabajos “Hecho en La Habana” (2005) o “Vivir en la raya”, trabajo que quedó inconcluso en 2006.

EXPOSICIÓN
LOS SONIDOS DE LA IMAGEN

Fecha: del 8 nov al 10 dic

Lugar: Teatro López de Ayala

 

MY FAVORITE THINGS

En aquellos tiempos de La Corchuela, El Pichi o El Espanta todo era música. Ni siquiera las hordas de ovejas carnívoras, familias con suegras y cuñaos en nómina, que traían sus bandas de cornetas y tambores a los “besapiés”, oscurecían nuestra música y nuestras imágenes.

Los solos de Miles Davis y la tristeza de Chet Baker se deslizaban por las calles rivalizando con el “blues” de Blade Runner y la guitarra de “Paris Texas”. Todo era música transcrita en imágenes por Antonio Cosme Covarsí, que también se esparcía por la ciudad desde su tienda Itaca.

Aún no había llegado el apocalipsis cultural del siglo XXI, precedido de una pandemia y que eclosionó en un mundo cruel en el que el grito sin sentido y la cretinización explosiva apagaron las sombras de los últimos artistas libres.

Como viéndolas venir, Luis Costillo y su cancerbero Carvalho, Cosme Covarsí y tantos otros, se retiraron al metaverso, a la espera de que los demonios de la noche iluminen con sus llamas estos tiempos oscuros.

Alejandro Pachón