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JOSÉ MARÍA BALLESTER

Blanco sobre negro

5 de abril de 2024 / 19:00 horas
C/ Montesinos, 22 - Badajoz

Badajoz, 1948

Mi pasión por la fotografía se remonta al año 1983 en el que realicé un curso en la A. F. E. que marcó el inicio de un viaje extraordinario a través del mundo de la imagen. Directivo de la misma durante más de 38 años, tengo la satisfacción de colaborar estrechamente con mis compañeros organizando múltiples cursos, concursos, exposiciones, publicaciones y diversas actividades con el fin de fomentar la afición y la cultura fotográfica, siendo mi máximo exponente “A LA AMISTAD POR LA FOTOGRAFÍA”.

A lo largo de mi trayectoria, he tenido el privilegio de recibir diversos premios, he realizado más de 20 exposiciones y publicaciones individuales desarrollando proyectos fotográficos de diversos temas.

Esta experiencia me ha permitido también actuar como jurado en diversos concursos fotográficos que me ha permitido apreciar el talento y la creatividad de otros fotógrafos.
Mi compromiso y dedicación a este arte han sido piezas fundamentales en mi vida, permitiéndome desarrollarme a nivel personal en el ámbito fotográfico.

La fotografía ha sido mucho más que una afición para mí, ha sido un modo de vida que ha dejado una huella indeleble y es un honor compartir y contribuir al crecimiento de esta hermosa disciplina.

 

BLANCO SOBRE NEGRO

Esta exposición surgió realizando fotografías de paisajes. Me encontré con algunas edificaciones solitarias en el campo, deshabitadas, huérfanas de personas y pensé que era un buen tema fotográfico. Así que me dispuse a recorrer nuestros pueblos y también los de nuestra vecina Portugal. Explorando aquellas edificaciones que me interesaban, apliqué la técnica en blanco y negro virado para conseguir la atmosfera deseada. Lo realicé en clave baja, acentuando el blanco de la cal que un día tuvieron, con el fin de destacar la nostálgica imagen de la casa abandonada en el campo.

Ha sido una aventura con un recorrido por carreteras y caminos pocos transitados. Buscando la huella del pasado, descubrí cortijos en los que convivieron varias familias compartiendo espacio con los animales y aperos que les ayudaban a las tareas labriegas y ganaderas; en algunos tenían adosada o muy cerca de ellos una capilla para cumplir sus obligaciones religiosas.

Blanco sobre Negro es una exposición fotográfica sobre edificaciones rurales, cortijos despoblados. Son un testimonio de quienes habitaron en esos hogares, trabajaron la tierra, cuidaron de los animales, se enfrentaron a las adversidades y compartiendo alegrías y penas. Después tuvieron que buscar su bienestar, desmantelando sus viviendas y dejando atrás sus costumbres, para buscar un futuro mejor en la ciudad.

En esta exposición el tiempo parece detenerse, revelando la desolación y el silencio que envuelve a las casas abandonadas. Las paredes, marcadas por el paso implacable de los años, se desmoronan lentamente, mientras la naturaleza reclama su espacio con una voracidad indomable. Son una ventana a la historia y la cultura de la región, un testimonio del paso del tiempo.

A través de este trabajo se siente la melancolía de esas moradas familiares convertidas en ruinas, que guardaban en su interior vivencias en cada una de ellas, ahora hay silencio. Sin embargo, están en la memoria de sus moradores con su historia correspondiente. No pueden olvidar su pasado. Es retratar la cara más dura de la despoblación y nos trae la añoranza de un tiempo habitado y el recuerdo de una época pasada, siendo en muchos casos triste de recordar por la dureza de la vida del campo.

Con esta muestra busco transmitir emociones, contar una historia sobre el abandono del campo, como un vestigio del ayer, ahora desierto. Quiero crear una conexión con el espectador y las imágenes. Decía Ansel Adams: “Aunque vean mis fotografías vacías de gente, siempre hay dos personas en cada fotografía, el fotógrafo y el espectador”. Disfrute igual que lo he hecho yo.