Florencio Monje 1
FLORENCIO MONJE

Exposición: ‘SRI LANKA: EL CAOS TRANQUILO’

Del 3 al 29 de septiembre de 2025
C/ Montesinos, 22 - Badajoz

Pacense. Médico. Cirujano Oral y Maxilofacial.

Mi acercamiento a la fotografía comenzó por necesidad, en el ámbito profesional y científico. Debía realizar una serie de mediciones sobre radiografías, y la mejor forma de hacerlo era fotografiarlas y medir directamente sobre las imágenes. Así fue como adquirí mi primera cámara —una Zenit rusa— y monté mi primer laboratorio en blanco y negro. Ese fue mi primer contacto con el mundo técnico de la fotografía.

Más adelante, en el ejercicio de mi especialidad, necesitábamos documentar a los pacientes mediante fotografías tomadas desde distintas proyecciones faciales y de la cavidad oral. Aquello amplió mi práctica fotográfica, siempre ligada a la observación precisa.

Hace ya diez años, tras asistir a varios cursos impartidos por Rober Tomás (Zaragoza), descubrí que la fotografía de calle era la disciplina que realmente me satisfacía. En ese mismo camino descubrí las cámaras Fuji de la serie XT, de las que me enamoré por su diseño intuitivo y por lo poco invasivas que resultan en el entorno que deseo capturar. Siempre intento disparar a 1/500 o 1/1000 de segundo.

En cuanto a la edición, he contado con la orientación constante de Juan José Bolaños, una referencia para mí.

Otros campos que también me apasionan son la fotografía de animales y, muy especialmente, la fotografía taurina.

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Exposición:  ‘Sri Lanka: El caos tranquilo’

Esta exposición es el resultado de un viaje por Sri Lanka en el que la cámara no buscó monumentos ni paisajes, sino personas. Sus gestos, sus rutinas, sus miradas fugaces. Desde la calma de Sigiriya hasta el bullicio de Colombo, pasando por Galle, Yala o Nuwara Eliya, cada fotografía es un encuentro espontáneo, un instante robado al tiempo.

Lejos de la postal exótica, estas imágenes intentan captar lo más esencial: la presencia del otro. Son fragmentos de vida que hablan —sin palabras— de lo universal: del trabajo, del juego, del silencio, de la espera, de la mirada que se cruza. Un homenaje a quienes, sin saberlo, me regalaron un momento de humanidad.