Maracaibo (Venezuela), 1965.
“Fotografiar mi propia imagen fue un ejercicio de curiosidad que acabó dando paso a un tremendo acto de valor.
Fotografiarme empezó como un caminar interior desde afuera hacia adentro, para después sorprenderme de lo que quedaba recogido y reflejado en imágenes cuya plástica me conmovía.
Poco a poco fui recorriendo el territorio de mi cuerpo, encontrando miles de recovecos y paisajes que hasta entonces no pensaba que existieran.
A partir de ahí es un desafío el ir más allá de la imagen que impresiona mi retina, el secreto que está encerrado por debajo de la piel o en lo que estoy contemplando. Al final es la propia imagen la que me usa para expresarse, basta con preguntarle”.
El de ser hija de emigrantes gallegos ha marcado toda mi vida. Nací en Maracaibo, Venezuela, y desde los tres meses crecí y viví en Caracas.
La luz cálida, diáfana, los colores amplificados e intensos y lo vibrante de mi tierra natal, unido a los verdes maravillosos de Galicia, sus nieblas difusas y los colores estacionales se fusionan en mis obras como una potente influencia intercultural de la cual me siento orgullosa.
Desde 2020, en una colaboración artística fascinante, estoy siendo comisariada por Pep Paramos, moviéndome entre lentes, pinceles y plumillas, principalmente.