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CRIS BAMIO

Maracaibo (Venezuela), 1965.

“Fotografiar mi propia imagen fue un ejercicio de curiosidad que acabó dando paso a un tremendo acto de valor.

Fotografiarme empezó como un caminar interior desde afuera hacia adentro, para después sorprenderme de lo que quedaba recogido y reflejado en imágenes cuya plástica me conmovía.

Poco a poco fui recorriendo el territorio de mi cuerpo, encontrando miles de recovecos y paisajes que hasta entonces no pensaba que existieran.

A partir de ahí es un desafío el ir más allá de la imagen que impresiona mi retina, el secreto que está encerrado por debajo de la piel o en lo que estoy contemplando. Al final es la propia imagen la que me usa para expresarse, basta con preguntarle”.

El de ser hija de emigrantes gallegos ha marcado toda mi vida. Nací en Maracaibo, Venezuela, y desde los tres meses crecí y viví en Caracas.

La luz cálida, diáfana, los colores amplificados e intensos y lo vibrante de mi tierra natal, unido a los verdes maravillosos de Galicia, sus nieblas difusas y los colores estacionales se fusionan en mis obras como una potente influencia intercultural de la cual me siento orgullosa.

Desde 2020, en una colaboración artística fascinante, estoy siendo comisariada por Pep Paramos, moviéndome entre lentes, pinceles y plumillas, principalmente.

EXPOSICIÓN
ESENCIA

Lugar: Montesinos, 22 (Sede de Fundación CB). Badajoz
Fecha: del 8 al 29 de noviembre
Inauguración: 8 de noviembre a las 19:00 h

Esencia, de Cris Bamio, presenta el cuerpo como una orografía fragmentaria de potencia estética. Auto-observación desde un umbral onírico en que la mirada taja la piel y la señala para construir formas. Así cabe, entonces, rastrear hipótesis de una historia de sí armada a partir de la percepción conducida, inevitablemente, por la pareidolia y por el rol conductual de los que pasan ante las fotografías aventurando significados o conatos de relato de experiencia, como si la forma, la abstracción del paisaje cartografiado, necesitara para algo del relleno del ser secreto del observador, oculto tras el teatro de lo convencional, que, en la doblez de la exposición, se desvela también a sí mismo.

El viaje de la imagen especular va desde la cámara a la muestra, a cuya presentación se superpone el reflejo  de la expectativa pública. Lo privado suscita, por la acción de recorte y  señalamiento, la respuesta social -manojo de llaves tintineando-. A menudo quedando por sorpresa fuera del área de la experiencia, o sesgada, la vivencia estética.

Pep Paramos.